Comer saludable sin sacrificar tu vida social

¿Cuantas veces te propusiste comer mejor pero tantos eventos, delivery y salidas afuera te complicaron la vida? Acá van algunas ideas para poder disfrutar esos momentos de encuentro y goce sin desviarte demasiado de tu rutina sana.

Adelantarte. Si sabes que vas a un lugar con comida que no te termina de convencer, comé alguna colación nutritiva antes en tu casa. Por ejemplo: un puñado de frutos secos o fruta deshidratada, una banana (da más saciedad que otras frutas), un huevo duro, un yogur, etc. De esta manera, llegas con menos hambre y tomas mejores decisiones.

Incluir vegetales. Nuestros platos siempre deberían incluir vegetales. Intenta ir más allá de la lechuga y busca opciones con espinaca, acelga, brócoli, zanahoria, zapallito, calabaza, etc. Así te aseguras más de las vitaminas y minerales que tu cuerpo necesita.

Método de cocción. Optá o pedí opciones con cocción al horno, vapor, grillado o asado en vez de salteados o fritos. Con eso, evitás consumir el aceite de cocción que al tomar temperatura va liberando unas moléculas que se llaman radicales libres y son perjudiciales para el cuerpo ya que dañan las células.

Evitar la gaseosa. Hacé el esfuerzo por evitar la gaseosa cargada de azúcar y/o edulcorante, no te hidrata y es adictiva. Opta por agua con o sin gas y agregale unas rodajas de limón.

Comer lento. ¿Sabías que nuestro cerebro tarda 20 minutos en recibir el mensaje de que el cuerpo está saciado? A bajar la ansiedad y masticar más lento!

Creatividad. No hace falta quedarse solo en los platos principales. Considera las entradas y los acompañamientos como opciones. Tal vez la clave este en pedir un mix de entradas y/o platos para compartir. Cuanto más variado, más nutrientes.

Practicidad. Si la situación te tomó por sorpresa y todo lo que hay en la mesa no va con tu idea de comer mejor, no desesperes. Disfrutá el momento y trata de optar por “lo menos malo”. No te bajes la panera (la podes tapar o alejar de tu plato) y buscá alternativas que contengan más vegetales, carnes magras, legumbres y menos alimentos fritos que tengan grasa o excesos de masa.