Despertando Nutrientes: Activado de Semillas y Frutos Secos
Las semillas y frutos secos aportan una gran cantidad de nutrientes. Sin embargo, es fundamental el proceso de activación para poder aprovechar todo su potencial. Esta técnica consiste en un proceso muy simple: dejarlas remojando en agua por horas y luego secarlas.
Se le llama activación porque al realizar este proceso, se ‘despiertan’ las semillas y frutos secos. Estos alimentos tienen inhibidores enzimaticos que se comportan como guardianes, protegiéndolos y evitando que germinen antes de tiempo hasta que encuentren las condiciones óptimas para su desarrollo (agua y sol).
Los inhibidores como el ácido fítico y los taninos, son tóxicos naturales que llevan a que tengamos dificultad en absorber los nutrientes y pueden provocarnos digestiones pesadas.
Al activarlas, estos antinutrientes pasan al agua de remojo, logrando así un mejor aprovechamiento de los nutrientes.
¿Cómo las activamos? ¡Es muy fácil! Solo se necesita un frasco de vidrio limpio y agua (el plástico no es aconsejado por higiene).
En primer lugar, los frutos secos o semillas deben ser crudos, no tostados. Hay que llenar el frasco hasta la mitad con las semillas o frutos secos seleccionados y enjuagados, completando el contenido con agua de buena calidad tibia-fría. Luego, hay que dejarlos en remojo por unas horas, en general se habla de 8 a 12 horas (generalmente a lo largo de la noche) pero esto varía según las diferentes semillas y frutos secos. Al cumplir este tiempo, se elimina el agua de remojo y enjuagan bien las semillas y frutos secos con agua limpia.
Para secarlas, si es verano conviene aprovechar para que se sequen al sol hasta eliminar la humedad. En cambio en invierno se aconseja secarlas en un horno eléctrico con la temperatura mínima. Es importante que no se doren ya que al tostarlos se pierden los nutrientes. Si las semillas o frutos secos se encuentran bien secos, se pueden guardar por meses, pero deben estar completamente secos. Sino, en poco tiempo les crecerán hongos.
Tip: En el caso de las semillas de lino y chía al ponerlas en contacto con el líquido, se vuelven esponjosas y sueltan una sustancia llamada mucílago. Esta sustancia es muy beneficiosa ya que tiene una acción hidratante, contiene omega 3 y 6 y actúa como fibra soluble. Por eso, se recomienda que al activar estas semillas, se consuma el líquido.